domingo, 2 de agosto de 2020

Carta a mi violador: Yo quería sexo, pero no así


Yo iba a cumplir 18, ya mayor de edad, era de las poquísimas, para no decir la única, que no había perdido mi virginidad, me gustabas desde hacía tanto tiempo… aunque tú, nunca habías sido consciente de ello, no entendía porque me gustabas tanto, eras un tipo duro, no conforme con una sola chica… ¿Soy rara por gustarme los tipos duros, y rebeldes como tú? Muchas se me habían quejado de ti, que siempre las utilizabas para el sexo, después si te he visto, no me acuerdo… pero no pensé que llegara a más, yo no pedía un romance, solo una experiencia sexual, follar, calmar esta necesidad corporal…… pero aunque se trata de solo sexo, el respeto es fundamental, el disfrute de ambos.

Me dijiste de ir a un hotel, acepte, insistí en pagar a medias, tu aun insististe más, que solo tú te encargabas… Estaba tan nerviosa… nos tomemos unas copas, para calmar esos nervios inevitables de la primera vez, subimos en la habitación, morreándonos, sin cesar… Una vez en la guarida, te bajaste el pantalón y el calzón. Sé que parezco idiota, pero jamás había visto una en vivo y en directo, obvio tenía curiosidad, con mis ojos como platos, empecé a tactar, arrodillada a tu lado, la acariciaba, incluso inicié a besarla, pero apenas fui consciente, tú me cogías con fuerza la cabeza, me empujabas, para que tu pene, llegará a mi garganta, me estaba dando ascos, literalmente, las náuseas eran protagonistas, intente decírtelo, incluso te hice gestos, pero tú me ignorabas, con más fuerza, me empujabas. Me avergüenza decirlo, pero no aguante, y vomité… tu poca compasión tuviste, entre gritos a la cama me empujaste, sin aviso, sin preparación ninguna, me penetraste, no con delicadeza no, con total brutalidad… Me dolió barbaridad, pero tú no detenías la intensidad, aquello era insoportable, el dolor, el escozor… "por favor para un momento" te repetí varias, pero tú me ignorabas, solo reías a carcajadas, y me insultabas "me duele, me duele mucho" Como respuesta me pegabas con fuerza… Grité y grité, hasta que mi visión se volvió negra, y perdí la consciencia.


 Desperté, estaba rodeada de varios personales del hotel, se alegraron de que despertará, la ambulancia estaba de camino, por unos segundos, estaba desconcertada, pero el dolor físico, y en las zonas intimas, el escozor y el no poco sangrado vaginal, me hizo recordar… pudo más la vergüenza, que no todo el dolor y escozor que sentía.

 Pero si no era poco, antes de marchar al hospital, los del hotel me dijeron que tú que tanto insististe, en pagar, te fuiste sin  dar un céntimo… Eso no es todo no, causaste un gran trauma en mí, que tardé años en volver a confiar en alguien, y darle una oportunidad al sexo… ¡Por tu culpa! Me arrepiento enormemente, de haber sentido algo por ti… Te odio, te deseo lo peor… Afortunadamente, no me embarazaste… Porque no solo me violentaste psicológica, física y sexualmente, es que no te protegiste, afortunadamente, tampoco me enfermaste.

 Al día de hoy, años después ya tengo el valor y la fuerza para gritarlo, para que no otras sufran el mismo trauma.

NO AUTOBIOGRÁFICO pero desgraciadamente es la realidad de muchas chicas...

Escrito: 11 de noviembre del 2014

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