viernes, 14 de agosto de 2020

Relato: El violador violado

 


A él no le importo volver a salir en aquella noche fría y oscura, en el que ni la luna asomaba, escondida entre esas gruesas nubes que se ponían a su paso. Él apoyo su espalda a una pared, se encendió un cigarro, oculto entre esa oscuridad, no perdía detalle de lo que ocurría a su alrededor... era la ventaja de tener la visión, como un gato felino... Algo le llamo la atención, le vino el aire un olor a hembra, no, no ha perfume de mujer, sino al aroma corporal de una mujer

- Esta tiene buena pinta ufff -Sintió nuevamente, esa sensación nada desconocida, esa necesidad de poseer lo imposible... Su pene se agrando enormemente, su respiración se aceleró considerablemente, el deseo era superior a la razón, a lo correcto... esa angustía iba a mas... y no podía hacerla esperar más... sacó de su bolsillo, unos guantes de látex, se los puso, sacó también, una botella de Cloroformo, que no tardó en depositar mas de unas gotas en un pañuelo blanco, respiro hondo, con una ansiedad incontrolada atacó por la espalda de la chica.

La chica no le dió tiempo a reaccionar... quedando profundamente dormida por el cloroformo.... Tras esa acción su cuerpo fue arrastrado por el suelo de esas calles solitarias hasta llegar a esa zona, que solo allí, él se sentía seguro...


Ella despertó aturdida, intentando recordar lo que había pasado... sus ojos se abrieron como platos, al descubrirse, en ropa interior, atada y amordazada, a los palos de una cama sin sabanas, puro colchón. Nerviosa y apunto de un ataque de histeria, intentó gritar, y soltarse, pero ese tipo solo la miró y echó a reír entre burlas...Ella intento resistirse, lágrimas asomaban por sus ojos... pero a él poco le importaba... Tenía esa gran necesidad que le apuñalaba el pecho con fuerza... su musculo mas viril, se tensaba dentro del pantalón ya apenas, cabía , deseaba saltar fuera, y entrar en esa cueva prohibida.

- Peazos tetas tienes nena, me las voy a comer enteritas -las empezó a estrujar con violencia, pese al cuerpo que se resistía.. pero a él nada le importaba, más bien la incomodidad y el horror de ella, excitaba a él. Una carcajada sádica salió de su boca, lágrimas de horror, resbalaban por la mejilla de ella. Él no dejaba de pegarla, de insultarla, de humillarla, con mayor era la humillación de ella, mayor era la sadisfacción de él. Ella fue testigo, como él se sacó el cinturón, la empezó a azotar con brutalidad por todo su cuerpo desnudo, entre carcajadas sádicas... en cambio ella suplicaba piedad, entre gritos e lágrimas de horror. Pero él poco la escucho, entre burlas, sus piernas abrió le arrancó su ropa interior inferior, la penetró sin compasión, ella lucho, pero él era superior... 


Él ingresaba en prisión, ahora era consciente.... que fue un error dejar a ella con vida, él pensó, que solo estuviera inconsciente mas muerta que viva era suficiente... pero no era así... cuando ya tuvo fuerzas, ella denunció, su gran primer error, fue olvidarse la mascara, jamás le habían denunciado por eso no pensó en las consecuencias... por ellos, le pillaron cuando estaba de lo más indefenso, desnudo, frente al espejo de su casa, pajeándose sin parar.

Le daba gran miedo estar en ese lugar... todo lleno de degenerados, y la justicia de su bando... él no era como ellos, él actuaba por necesidad... eso es algo que no se podía luchar.... Debía actuar por su bienestar.

La celda se abrió, habían más presos dentro...

- Chicos aquí os dejo uno nuevo, es un gran violador... darle su merecido... ya sabéis que se les quite las ganas de violar a las chicas... -les animó el guardia.

- Así que te gusta violar a las chicas eh ¿Te gustaría que te violen a ti? -dijo uno de ellos.

- Sí, nosotros podemos hacer tu gran sueño realidad... ¿eh? ¿que dices? -los tres lo acorralaron...

- No chicos, no por favor... por favor no...


- Eso es lo que te suplicaban las chicas... tu solo te burlabas, e ignorabas ¿verdad? Bien pues nosotros te haremos lo mismo... así habrá justicia, tu sujétale -le dijo a su compañero.

- No por favor, no -pero no pudo gritar más ya que otro le tapo la boca, de mientras el tercero, se bajaba el pantalón y el calzón y le penetraba sin compasión.

Él gritaba de dolor, e humillación... empezando a ser consciente, del gran dolor físico, psíquico, y emocional, provocaba a esas mujeres... empezaba a odiarse a si mismo por ser como era, le daban asco esos hombres, se daba asco a si mismo... prefería la muerte antes que esa tortura sin fin... Lo mismo que pensarían las numerosas chicas, que atacó... sabía que no iba a salir de aquella, eran tres grandotes y fuertotes contra uno, pero si por un milagro sobrevivía... pediría ayuda, para que ese monstruo que se hallaba en su interior muriera y ya no hiciera mas daño a las chicas.



Escrito: 24 de marzo del 2014

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