jueves, 20 de agosto de 2020

Carta de una lesbiana; No nací con esa sexualidad, me hice a ella



 La homosexualidad, no es un pecado, es una condición sexual, en el que la mayoría con esa condición, no es una elección, nacen y mueren con ella. Pero hay una minoría que nacen heterosexual, y los golpes duros de la vida, eligen la homosexualidad.

Ese es mi caso, yo nací heterosexual, desde siempre me han gustado los chicos, la heterosexualidad estaba en mi, está en mi, pero el genero masculino me ha mostrado su realidad, mi cuerpo y alma han sido violentado, abusado, y machacado por el genero contrario.


 

Desde pequeña jamás me han respetado, para empezar, mi padre me abandonó cuando era bebe, el novio de mi madre, abusaba de mi cuerpo cuando mi madre trabajaba, y la policía poco hacía, porque el desgraciado se lo montaba bien, para no dejar pruebas, como con mi madre era todo un caballero, no me creía que su realidad era emborracharse y violar a su hijastra adolescente.


 

Me enamoré, sin ser consciente de la realidad, que aquel que veía perfecto, también me iba a violentar, tras tragarse todo el alcohol que podía, abusaba de mi cuerpo, sin ton ni son, sin derecho a objeción. Intenté denunciarlo, pero era el hijo de capitán de policía, ya os imagináis, el resultado que tuvo.

 


Volví a encontrar el amor, todo era perfecto, simpático, generoso, caballeroso, pero por desgracia no me acompañaba, el día que me acorralaron en un callejón, llevándose todo mi dinero, y la poca pureza que quedaba en mi cuerpo. Me tuvieron que ingresar, lo denuncié pero poco hicieron, al ir encapuchado, y estar oscuro, no pude, no supe identificarlo, y ellos poco se molestaron. Y mi novio, me dejó, sin querer ver la realidad de la situación.


 

Me sentí tan impotente, me odiaba, me detestaba, por no ha ver sabido controlar, evitar esas situaciones, pero lo peor, es no recibir ningún apoyo de esos hombres que confié, que creí en ellos, y todos se aprovecharon de mi.

 

 

A partir de ahí, nació un nuevo sentimiento en mi, el sentimiento de justicia, o más bien de venganza, matar en terrible sufrimiento a todos esos que hacen daño a las mujeres, cortándolas el pene bastaría.

 

Sin ser consciente, me empecé a fijar en las chicas, en el genero femenino, los chicos intentaban ligar conmigo, físicamente me atraían, pero también me daban gran repelús, asta asco. Una noche en una fiesta, se me acercó una chica homosexual diciéndome <<se que eres heterosexual, pero me gustas mucho, ojala tuviera una oportunidad>> Y no se que paso, antes jamás lo hubiese echo, me gustan o gustaban demasiado los chicos, el genero masculino, pero desde que nació ese nuevo sentimiento, mi orientación sexual, también cambió, bueno no del todo, mas bien, me empezó atraer también el otro sexo, pero eso si, para calmar mis ansias sexuales, ya siempre jamás mi elección era femenina, si por un casual me atraía demasiado un chico, no puedo evitar buscar como única expectativa mi propio placer, y definitivamente, yo llevo el control, nada de sentimiento, puro sexo.

 

Bien, aquí tenéis mi testimonio de una lesbiana que la obligaron a serlo, detestando, odiando al genero masculino, a causa de todo el sufrimiento vivido.



No es una historia autobiográfica, aunque por mi parte también e recibido varios “golpes” del genero masculino, comparto sentimientos e ideales, como la protagonista de esta carta. Todo se me ocurrió viendo <<los hombres que no amaban a las mujeres>> afortunadamente yo no he sufrido tanto como mi heroína, pero si lo suficiente, para tener los mismos ideales que ella, me siento tan identificada con ese personaje. Me fijé que ese personaje amaba a los chicos, y calmaba su ansiedad sexual, con chicas... ¿Por qué? Por lo mismo que la protagonista de esta carta, el genero masculino la violentó y humilló tanto, que ya los detestaba, les daba asco su sexo, amando y deseando su propio sexo. Y como ellas en la realidad, existen muchas mas. Esta es una historia inventada, pero desgraciadamente, hay muchas chicas que están pasando por algo parecido. Yo, bueno, no tanto, pero comparto, estoy a favor de la pena mas fuerte, para todos aquellos que maltratan a las mujeres, el corte de ese organo mas viril, para todos aquellos violadores.

 

Escrito: 24 de junio del 2014


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